Los Reyes Magos iban camino de Belén para llevar oro incienso y mirra al Niño Jesús.
Se dirigieron a una casa y pidieron ayuda a una mujer anciana que allí vivía para que les ayudara a encontrar al niño acompañándoles.
Sin embargo, la viejecita se negó y se quedó en su casa.
Cuentan
que al poco tiempo se arrepintió y salió tras ellos con un
cesto que había previamente rellenado de dulces.
Buscó insistentemente a los magos, pero no tuvo éxito.
La
mujer decidió entonces parar en cada casa que encontraba en su camino,
regalando chucherías a los niños que encontraba, tal vez uno de ellos fuera el
Niño Jesús. Desde entonces esta mujer viaja por el mundo y hace regalos a todos los niños para hacerse
perdonar. Son numerosas las zonas de Italia (no en Verona) donde esta simpática
vieja, conocida como Befana visita las casa de los niños y si han sido buenos …
ya se sabe …..
Si esta noche la Befana visita tu casa, espero
que te traiga un corazón nuevo y una sonrisa.
Carlo
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