En la novela “Alexis Zorba, el griego”
Nikos Kazantzakis narra la
historia de un intelectual, el “patrón” dispuesto
a rescatar una mina de su propiedad en la isla de Creta. El joven
conoce en el trayecto a Zorba, un hombre ya entrado en años, capaz de ver las cosas con la
mirada fresca e inocente de la primera impresión penetrando en lo más hondo del alma humana y que
le propone embarcarse con él para trabajar en su mina. El proyecto de explotación
de la mina acaba en un “espléndido desastre”.
Antony Quinn fue el inolvidable protagonista de la memorable película inspirada
a esta gran novela. En la escena que comparto nos da una gran
enseñanza sobre otra forma de reaccionar ante las adversidades. Claro que para
eso hace falta andar mucho camino ... adelante caminante .... adelante ....
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